Volta a Ilha Grande/RJ, Santo Antonio con ajuda

Vuelta a la isla grande en etapas. 12/2/09 A 25/2/09

La isla es un paraíso que ofrece la oportunidad de largas caminatas en la naturaleza, posee uno de los bosques de mata atlàntica más bonitos que he visto, atravesar desde Parnaioca a Dois Ríos es casi una experiencia mística. Es difícil hallar allì otros , los sonidos son sòlo los de los animales que lo habitan, se pueden ver grandes monos en su jornada de juego matinal.

Como amo tanto esta isla cada vez que la visito llego a Aventureiro y a Parnaioca, este viaje prácticamente culminè la vuelta a la isla.

Mi amiga Ana y yo, caminamos según nuestro instinto y deseo, Y nuestro viaje se hace al andar, cambiamos nuestro proyecto sobre la marcha. Este viaje caminamos de abrao a saco do seu , donde pernoctamos y al dìa siguiente tomamos un atajo a bananal.

El atajo es genial porque no encontramos a nadie en nuestra caminata por un bosque con muchas subidas y bajadas.

Desde allí, fuimos a Matariz, parada infaltable en nuestras visitas a la isla.

Alguien nombrò en la pàgina de isla grande a Doña María, y fuimos a escuchar sus cuentos, Doña Marìa es una genia. Nos espera con alegría y su feijao con arroz y huevo caipira no tiene comparación luego de una larga caminata.

Cuentos e historias hacen la delicia de la noche en su casa, donde se reunen su hijo, nuera, hija y nietas.

En Abrao tuvimos la suerte de conocer a Neuselí (a quien yo trataba de contactar desde hacìa 2 años). Fuimos a la Biblioteca de la Escuela y ella nos prestò arte, sabor y magia en la isla, y nos regaló las leyendas de la isla. El compromiso era devolver los libros en Aventureiro.

En Matariz la nieta de doña Marìa leyò en voz alta las leyendas y sòlo pensaba que bueno serìa contar con una biblioteca en su pueblito. La niña de 9 años escribiò una carta para Neuselì pidiendo ayuda en su empresa.

Compartimos dulce de membrillo y comimos un delicioso pez. Doña Marìa nos consiguió una carona en el barco y a la mañana del dìa siguiente nos fuimos con los niños que iban a estudiar a Provetá. El barco iba haciendo paradas recogiendo a los alegres alumnos.

Nosotros nos quedamos en Aracatiba, donde seguimos en un barco de Tony Montana a nuestro paraìso: Aventureiro.

Allí nos quedamos 10 días, 5 días alquilamos una habitación en el camping de Luis que es un ejemplo de trabajo cooperativo. Puedo decir que a mitad de la noche me despertaba la luz de luna, yo me levantaba caminaba 10 metros y en la playa practicaba tai chi, volvìa a dormir hasta que la luz del amanecer me indicaba que era hora de atravesar la bahìa a nado.

En soledad total ese ejercicio era un llamado del mar, y a esa altura a las 7.30 comenzaba nuestro desayuno.

Nuestra actividad en Aventureiro se dividìa en caminatas y nado intensivo. Subimos a Zundara desde donde se divisa toda la bahìa hasta Parnaioca.

Paulo fue nuestro guìa solidario y un excelente amigo.

Otro dìa fuimos en barco a Proveta a comprar harina, levadura, leche en polvo y otros comestibles. Volvimos caminando disfrutando de unas vistas increíbles y bebiendo una deliciosa Fanta de 2 litros. En la cùspide pudimos contactarnos por celular (único lugar donde se logra conexiòn).

A partir de este momento yo comencé a preparar pan casero en un improvisado fritadero.

Algunos llaman a ese pan, pan del beduino, yo lo comì en India y Nepal: Chapati. Eso ya era el paraíso total, comíamos el prato feito que ofrecìa Luis por 10 reales, pez, feijao, arroz y batata frita.

El 5º dìa debìamos mudarnos a la carpa pues la habitación ya estaba reservada, y allì ocurrió algo increìble.

Llegò Neuselí y nos invitò a quedarnos en su casa.

Neuselí tenía bananero en el jardín, coqueros y sus amigos le regalaban peces al volver con la red.

Neuselí nos preparó cafè con banana y pez con banana. Yo preparaba pan casero, luego que volvìa de nadar a lo largo de la bahìa. Fue una experiencia super linda, tambièn visitamos a Tía Vera e hicimos un bolo para su cumpleaños, Neuselí nos contó sobre la lucha de los Aventureiros para defender su lugar y de la positiva actitud de la Universidad. Conocimos a Leandro y a Lindalva que estaban haciendo encuestas para comenzar con el proyecto.

sabemos que el Manglar es uno de los refugios màs misteriosos con su silencio que hace pensar en el comienzo de la vida.

Nuestra idea era ir unos dìas a Parnaioca, porque queremos mucho a Jeanette y respetamos su bosque como el lugar màs mágico de toda la isla.

Sin embargo, ya no habìa vagas. Por ese motivo fuimos de barco sòlo a pasar el dìa. Ana y yo caminamos 1 hora cuesta arriba luego del almuerzo y nos sentamos a meditar. Vamos a volver y esta vez Jeanette tambièn vendrà con nosotras. Carnaval es el momento en que todos deben trabajar sin descanso.

Pasamos 10 dìas en Aventureiro en relax total, tanto es asì que yo confundì la data y perdí mi vuelo de regreso.

Debo agradecer a Josè Bernardo sus útiles consejos, si bien no caminamos el trecho de Santo Antonio, no quisimos salir del Paraìso y ademàs se perdió una persona en esa zona y los bomberos probablemente no permitiesen entrar en esa trilla.

Cada viaje caminamos un trecho y ahora sòlo nos falta caminar desde Tapera a Praia da Longa, pero mi amiga Ana ya estaba muy cansada y nuestro objetivo es ir escuchando las historias y disfrutando del relax.

Debo agradecer a la vida por haber conocido la tierra sin mal, olvidarnos de la palabra dinero y por compartir tantos momentos con Neuselí, que lucha sin descanso por los derechos de los moradores de Aventureiro para gestionar su paraíso. Aliento a Leandro y a su grupo de la Universidad en su importante tarea. Hay tanto por hacer!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Aventureiro es uno de los últimos refugios donde no domina el dinero sino la comunidad como un todo, sólo sus moradores están autorizados a gestionar el lugar y su historia de lucha les ha permitido sobrevivir hasta hoy. Sus moradores luchan sin descanso para no desaparecer, doña Zuleica es un ejemplo. Ir a Aventureiro es aceptar un alojamiento modesto, en un lugar grandioso, compartiendo historias con una comunidad que subsistió hasta hoy por su ayuda mutua.

El 1 de junio volvimos a la isla, llegamos directamente a Matariz, donde visitamos nuevamente a doña Marìa. Ella nos esperaba gustosa. Desde allì caminamos a Japariz ida y vuelta. Y desde Longa a Matariz.

Conseguimos una carona desde Bananal a Abrao, desde donde tomamos otro barco para Palmas. Allì nos alojamos en el Camping Paraìso, super recomendable, ejemplo de limpieza, la ducha caliente no tiene nada que envidiar a un 5 estrellas.

En el camping encontramos a Joao Pontes que volvía de guiar a 3 personas a Santo Antonio, sin dudar concertamos el paseo, que fue un placer. La trilla no presenta dificultades fìsicas, pero tiene muchìsimas bifurcaciones que no llevan a ningún lugar. Disfrutamos mucho de la caminata, ya que sabìamos que Joao nos llevarìa de regreso al camping. Es importante destacar que Joao nos cobrò un precio super razonable, y mostrò una gran profesionalidad.

Con estas caminatas completamos la vuelta a la isla, también incluimos una caminata a la playa de castellanos, la caminata por el bosque es preciosa, vimos dos capivaras, pero no vimos las cobras que nos mencionò un pescador de arrecife.

Super, super, esa caminata!, nos extrañò no encontrar ningùn caminante, porque la època estaba ideal para caminar, o sea sin lluvia y sin mucho calor. Claro que a la tarde sentìamos un poco de frìo, por suerte llevamos bastante abrigo y como yo habìa viajado para un paìs tropical, no hice caso al frìo ni al agua helada y todos los dìas nadè lo màs que pude. Hasta Abrao estaba vacío y todos tenían tiempo para contarnos historias.

Debo agradecer a Josè Bernardo por los generosos consejos, a Joao por su ayuda, a Macedo por la agradable estancia en su camping, a doña Marìa, a doña Nelia, a Paulo que tan generosamente nos acompañò a Zundara, a Vera por su alegrìa, a Neuselì por su trabajo permanente, a Jeanette por cuidar del bosque más maravilloso ( y eso que recorrí desde Perù, Bolivia, Nueva Zelandia, EEUU, India, Nepal, Chile, siempre caminando....)

Es increíble la diversidad de las trillas y la amabilidad caiçara!!!!!

Por supuesto mi amiga Ana también disfrutò de las aventuras y las historias de los moradores. En Palmas pasamos 5 dìas, hicimos pan al estilo Nepalì y yo caminè a Abrao para comprar frutas y verduras, una caminata linda de morir. La isla presenta una gran diversidad, todas las trillas tienen su encanto.